Categoría: Exposiciónes
PABELLÓN ITALIANO DE SHANGHAI EXPO 2010

SHANGHAI - CHINA

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¿Las vacas del Pomerio o los dragones del Dianjiyishi?
El animal aprueba el pacto de construcción de una ciudad, elige o purifica el lugar donde vendrá a llevarse a cabo el proyecto del hombre. Observando la maqueta de la arquitectura proyectada por Giampaolo Imbrighi para el Pabellón Italiano en la Expo 2010 de Shanghai, la idea es la de un tejido urbano.
Conceptual, funcional y estéticamente. El pabellón es metáfora de la complejidad topográfica de las ciudades italianas y de la analogía entre la complejidad compositiva de varios cuerpos edilicios en un único volumen puro, típico de la sucesión de calles y plazas italianas y de los tejidos de las antiguas ciudades chinas.

La Expo Universal de Shanghai cuenta con 5,28 Km2 expositivos distribuidos a lo largo de la orilla del río Hangpu y será un instrumento exploratorio de la vida urbana del siglo XXI, según el "better city, better life" tema sintetizado por el Pabellón italiano con un modelo de ciudad del hombre capaz de conjugar innovación y conservación de la sustancia histórica en simbiosis con el territorio.
De otro modo, si observamos la maqueta del Pabellón Italiano emerge la visión estratificada de una materia seccionada, que además de representar a la pluralidad de la italianidad, es emblemática del contraste entre la transparencia y la no transparencia en todos sus matices.
La excelencia italiana relativa a la calidad de vida en las áreas urbanas traslada el concepto de la excelencia innovadora a la vertiente de las técnicas constructivas ecosostenibles hasta llegar a concebir un edificio-máquina bioclimático de planta cuadrada de 3.600 m2 con una altura de 18 m del cual el sistema atrio representa su corazón: desde punto de vista del microclima, el atrio es zona de transición y de primera aclimatación respecto a otros espacios mayormente climatizados. Es un volumen vítreo a toda altura que junto a los cortes realizados en el cuerpo, verdaderas y propias galerías del viento, actúan en vista del confort colaborando con un sistema de regulación automática de extracción del aire caliente.
La transparencia viene dada por losas de hormigón translúcido constituido por células de seguridad unidas con silicona estructural de alta resistencia; la superficie dirigida hacia la cámara es tratada con un depósito transparente de óxidos metálicos que confiere propiedades de control de la radiación solar, maximizando la luminosidad de la estructura y reduciendo drásticamente el sobrecalentamiento interior.
Las losas están fijadas mecánicamente a perfiles de aluminio integrados en las estructuras de acero que componen la arquitectura del pabellón. Las superficies translúcidas son una excelencia del Centro de Investigación de Italcementi y de la Universidad degli Studi della Sapienza de Roma que han experimentado “el conglomerado transparente". Los 3.774 paneles de 500 x 1.000 x 50 mm, con un grado de transparencia que varía el 20% y el 80% de su propia superficie, han sido realizados con 189 toneladas de "cemento transparente" y revisten una superficie total de 1.887 m2, cerca del 40% del total del Pabellón, creando una secuencia de luces y sombras in fieri en el transcurso del día. El amasijo utilizado tiene las características y la fluidez necesarias para fijar en los paneles las resinas, que permiten el transporte óptico de la luz y de las imágenes sin comprometer sus características de aislamiento y robustez típicas del material de base de cemento.
Las resinas integradas son polímeros seleccionados que interaccionando tanto con la luz artificial como con la natural, crean una luz cálida y suave dentro del edificio y una imagen de clara nitidez en el exterior. Los investigadores han encontrado, por tanto, la formulación justa de un premezclado que permite mantener las resinas plásticas dentro del material de cemento, por su naturaleza opaca, sin crear fenómenos de fisuración ni comprometer su estructura.
La solución, utilizada por primera vez en este proyecto, no recurre a las fibras ópticas y es, por tanto, especialmente apta para una producción industrial y para un mercado extendido del “cemento transparente"; ofrece, además, un mayor efecto de luminosidad, ya que las resinas son capaces de aprovechar ángulos de incidencia de la luz muy superior a los de las fibras ópticas. Otra peculiaridad es la prerrogativa de que se puede echar en obra, característica que lo hace particularmente económico.
Cada panel que pesa unos 25 kg tiene según las pruebas estáticas efectuadas en muestras una carga máxima de rotura constatada de unos 8 kN.

En Shanghai, la excelencia de la producción italiana está bien representada también por la exposición de una selección de materiales para la arquitectura capaces de contribuir de forma significativa a la salvaguardia y a la protección del medioambiente; dentro del pabellón serán expuestos de hecho productos y tecnologías innovadores, como las nuevas losas de gres porcelánico "Active Clean Air & Antibacterial Ceramic™ “ nacidas de la investigación de GranitiFiandre y de las características antibacterianas y anticontaminantes o el cemento "comer-smog" TX Active® de Italcementi.
La búsqueda del impacto ambiental mínimo es sostenida también por las pieles decorativas y de revestimiento internas y externas del pabellón, como la innovadora losa de gran formato en suelo de 120x60 cm de GranitiFiandre en color Anthracite, serie New Ground; un color profundo y al mismo tiempo cálido, apto para hacer de la mejor posible de fondo a los productos que serán presentados como testimonio de la creatividad y la excelencia italiana. Se trata de un material que representa bien la atención por el medioambiente y la ecología de la empresa ya que entra en los parámetros requerido por el LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), el sistema de valoración de la calidad en términos energéticos y ambientales en el ámbito de la construcción o la rehabilitación de edificios ecológicamente sostenibles. Un gres porcelánico compuesto en más del 40% por materiales reciclados para formar un amasijo único, compacto, resistente al hielo, inabsorbente y resistente a los ataques químicos y físicos.

El proyecto y sus especificidades individuan un nuevo modo de construir basado no sólo en el ahorro energético, que por otra parte en un Pabellón expositivo temporal tendría una repercusión limitada, sino que es emblemático del funcionamiento bioclimático. "Inspirado por el concepto de la concordia en la diversidad, el proyecto del arquitecto Imbrighi representa una mirada hacia el futuro a través de una estructura tenida junta por la luz que es la mayor metáfora de la esperanza.
El proyecto ha logrado transmitir la imagen de un país en movimiento, que quiere ser protagonista original y competitivo en el mundo de la globalización. El edificio se caracteriza por un espacio interior muy dúctil en el que toma cuerpo un paisaje artificial hecho de callejones, pequeñas calles y plazas. Aparece el pabellón como una ciudad cuyo paso es recalcado por una alternancia de cierres y aperturas sugeridos por la luz, que ilumina las diferentes áreas con juegos sugestivos y atrayentes. “Una narración que comienza ya por la entrada del pabellón, a través de superficies transparentes que simbolizan una gema preciosa...", ha comentado el profesor Franco Purini, Docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Roma "La Sapienza” y miembro de la Comisión adjudicadora del Concurso para el Pabellón italiano.

Extraído de Materia nº. 66

PABELLÓN ITALIANO DE SHANGHAI EXPO 2010 SHANGHAI - CHINA

Año: 2010
Metros Cuadrados: 7800
Cliente: Commissariato del governo italiano per l'expo 2010
Arquitectos: Giampaolo Imbrighi



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