Categoría: Centros comerciales
CENTRO COMERCIAL PARCO LEONARDO

ROMA - ITALIA

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Montaje y dirección técnica de la obra: Technoriunite

El estudio londinense, que conoce profundamente la realidad italiana, no ha vacilado a dar una resonancia a la historia y a la cultura de nuestro país.

Aunque si en forma menos evidente que en la reconstrucción de los "outlet", entre edificios "falsos" como los bastidores de un teatro, las galerías comerciales terminan teniendo una "trama".
Son demasiados en efecto los metros cuadrados a disposición para poder inventar nuevas ilusiones en cada ángulo.

Y si hay algo que distingue a los "templos" del comercio de hoy respecto de aquellos de un glorioso pasado, es el tipo de sueño hacia el cual los compradores son transportados.

Herederos de su tiempo, se pasa de épocas y exóticos territorios lejanos al sistema de estrellas, a la etiqueta, a la marca de fábrica, emblemas exitosos de reconocimiento social.
Se termina de esta manera por hablar a menudo de representación, de puesta en escena: y los compradores mismos deben sentirse protagonistas involuntarios de esta suerte de performance.

Desde Bon Marché de Eiffel y Boileau al Wertheim berlinés, el negocio ha sido siempre un espectáculo que en una época podía competir con la opera y en la actualidad, con las más costosas producciones hollywoodianas.
No se trata de convencer, sino de seducir: la consigna es: ostentación, atracción, lujo democrático.

Por otro lado, la tautología entre el arte de vender y el teatro, se interseca en los espectáculos gratuitos que se ofrecen en los grandes almacenes estadounidenses.
Si la experiencia italiana es relativamente reciente, 1971 ha sido la fecha que indicó el nacimiento del primer centro comercial cerca de Bolonia, el truco de la comercialización temática se ha puesto enseguida en escena, tomando de la realidad italiana, sentimientos tales como la "toscanidad", reconstruida con golpes de ladrillos cara vista y revoques blancos salpicados en los negocios de nuestros autoservicios, en nombre de una artesanalidad y de una imagen, una vez más, de una toscana feliz imaginada, pero que no corresponde con la realidad.

Un país de los juguetes, en el que los Pinochos y los Torcidas siguen comprando sin saber el por qué.

Sitios irresistibles, obsesiones magníficas, templos del entretenimiento como el de Fiumicino donde la pavimentación, de Bianco Leonardo y Fossein, ambas de 60x60 cm de Fiandre, reproducen el diseño del foro romano, así como El Coliseo reconstruido parte por parte ubicado en la entrada.

Lugares protegidos de las incumbencias climáticas, donde hasta las superficies perfectamente alisadas permiten caminar sin los obstáculos del empedrado que atraían tanto a Proust.

Entrar es un poco comprar y el hombre de Vaganderthal, contrapunto contemporáneo del flaneur parisino que paseaba sin rumbo por los famosos paisajes de París de Walter Benjamin, es estimulado a vagar entre las góndolas.
Se entra no sólo por la necesidad de comprar o para socializar sino por una progresiva, inexorable y sutil inducción hacia lo superfluo.

Los espacios reconstruyen una ciudad irreal, un espacio-fortaleza, donde todo, desde la falta de recorridos externos a la ausencia de relojes, conduce a la creación de un lugar que se contrapone a la ciudad.
La anulación paulatina de la diferencia entre realidad y fantasía dentro de los centros comerciales, junto con la afirmación del "shopping" como pasatiempo, corre el riesgo de materializar los escenarios augeianos: la popularidad de esta tal como de otras nuevas catedrales del consumo, se explica también con la espectacularización del evento: no sólo entramos en la pantalla, invirtiendo el movimiento de The Purple Rose of Cairo, como diría Augé, sino que detrás de la pantalla hay sólo otra pantalla y andar a hacer compras a un centro comercial tematizado, se transforma en un comercio al cuadrado, la quintaesencia de la compra, una verdadera ... Romeland.

Antonello Boschi
Extraído de Materia n°52 - LARGE DISTRIBUTION

CENTRO COMERCIAL PARCO LEONARDO ROMA - ITALIA

Año: 2005
Metros Cuadrados: 19000
Cliente: Gruppo Leonardo Caltagirone
Arquitectos: Arch. Hembert Penaranda
Estudio: Chapman Taylor
Productos: 60x60 Fossein Pulido



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