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Fotos: Alberto Muciaccia
La zona industrial de Pettoranello está situada en llanura cenagosa saneada rodeada por relieves montañosos, tangente a la carretera nacional que conecta Campobasso con Isernia. La presencia del burgo medieval de Pesche domina el valle, atravesado por el río Carpino, mientras que Pettoranello, al sur, la cierra. El área de intervención, la último de una sucesión de solares industriales, alberga una nave de planta cuadrada - ya definida por posición y dimensiones en el momento de la asignación del encargo - y el edificio de las oficinas.
Para este último el cliente ha requerido una instalación con doble altura central, luz cenital y espacios distribuidos por rellanos. A pesar de que estas necesidades sugirieran la hipótesis de una configuración espacial decididamente introvertida y centrípeta, parecía que las cualidades paisajísticas del lugar requiriesen una solución más extrovertida.
Se ha elegido, por tanto, conjugar la riqueza espacial de la doble altura central con una mayor permeabilidad al paisaje.
Estas intenciones han sido expresadas a través de tres elementos diferentes: una cinta que enfatizase primero el componente longitudinal, definiendo la entrada y creando una relación dialéctica con la masa de la nave, luego la vertical, precisando las modalidades de penetración de la luz cenital; un volumen continuo que envolviéndose sobre las cuatro fachadas sugiriera una dinámica circular; un cuerpo más macizo que proporcionase un apoyo al elemento precedente y, plegándose, se convirtiese en cubierta y cuerpo escala. En el interior, el espacio definido por la yuxtaposición de los tres elementos plásticos está pensado como una cavidad fenoménica donde la relación visual con el exterior se modifica radicalmente al cambiar la posición del observador, y se ve favorecido por la continuidad morfológica de las partes que no sufren alteraciones formales en el paso físico entre dentro y fuera.
La espacialidad interior está articulada en torno a la doble altura del atrio, medida por la separación de la escalera desde el suelo, que abre el único paso hacia los espacios de la planta baja. En la planta superior un recorrido anular distribuye los diversos sectores de la oficina y permite relacionarse con la doble altura y con el exterior de modo siempre diferente.
La zona industrial de Pettoranello está situada en llanura cenagosa saneada rodeada por relieves montañosos, tangente a la carretera nacional que conecta Campobasso con Isernia. La presencia del burgo medieval de Pesche domina el valle, atravesado por el río Carpino, mientras que Pettoranello, al sur, la cierra. El área de intervención, la último de una sucesión de solares industriales, alberga una nave de planta cuadrada - ya definida por posición y dimensiones en el momento de la asignación del encargo - y el edificio de las oficinas.
Para este último el cliente ha requerido una instalación con doble altura central, luz cenital y espacios distribuidos por rellanos. A pesar de que estas necesidades sugirieran la hipótesis de una configuración espacial decididamente introvertida y centrípeta, parecía que las cualidades paisajísticas del lugar requiriesen una solución más extrovertida.
Se ha elegido, por tanto, conjugar la riqueza espacial de la doble altura central con una mayor permeabilidad al paisaje.
Estas intenciones han sido expresadas a través de tres elementos diferentes: una cinta que enfatizase primero el componente longitudinal, definiendo la entrada y creando una relación dialéctica con la masa de la nave, luego la vertical, precisando las modalidades de penetración de la luz cenital; un volumen continuo que envolviéndose sobre las cuatro fachadas sugiriera una dinámica circular; un cuerpo más macizo que proporcionase un apoyo al elemento precedente y, plegándose, se convirtiese en cubierta y cuerpo escala. En el interior, el espacio definido por la yuxtaposición de los tres elementos plásticos está pensado como una cavidad fenoménica donde la relación visual con el exterior se modifica radicalmente al cambiar la posición del observador, y se ve favorecido por la continuidad morfológica de las partes que no sufren alteraciones formales en el paso físico entre dentro y fuera.
La espacialidad interior está articulada en torno a la doble altura del atrio, medida por la separación de la escalera desde el suelo, que abre el único paso hacia los espacios de la planta baja. En la planta superior un recorrido anular distribuye los diversos sectores de la oficina y permite relacionarse con la doble altura y con el exterior de modo siempre diferente.
MELFI SRL PETTORANELLO DEL MOLISE (IS) - ITALIA
Año: 2006
Metros Cuadrados: 2900
Cliente: Melfi S.r.l
Arquitectos: Roberto Ianigro
Productos: 120x60, 60x60, 60x30 Pietra Basaltina